La creciente brecha entre organizaciones ciberresilientes y no resilientes
La creciente brecha entre organizaciones ciberresilientes y no resilientes
A lo largo de 2024, las interrupciones del negocio a causa de ciberataques como el ransomware han afectado a diversas organizaciones. Frente a esta creciente amenaza, la ciberresiliencia -la capacidad de mantener las operaciones a pesar de los ciberataques- se ha vuelto crucial. Con amenazas cibernéticas cada vez más complejas y frecuentes, la brecha entre organizaciones resilientes y no resilientes se está ampliando.
Incidentes recientes destacan los importantes efectos de los ciberataques en la reputación, las finanzas, las operaciones y las partes interesadas. El Foro Económico Mundial incluye los ciberataques entre los principales riesgos mundiales, y la pandemia COVID-19 ha aumentado la exposición de las organizaciones a estos riesgos.
La ciberresiliencia va más allá de la ciberseguridad tradicional, que se centra principalmente en la prevención de ataques. En su lugar, abarca un enfoque holístico que incluye la capacidad de prepararse, responder y recuperarse de los incidentes cibernéticos. Una organización ciberresiliente no sólo es capaz de defenderse de los ataques, sino también de garantizar la continuidad y la rápida recuperación cuando se producen vulneraciones.
Esta estrategia comienza mucho antes de que se produzca un posible incidente y requiere una gestión informada del riesgo, tomando decisiones basadas en un conocimiento profundo de los riesgos. La gestión informada del riesgo implica recopilar y analizar toda la información pertinente, aprender de los incidentes y tomar decisiones bien fundadas que minimicen los posibles efectos negativos en la organización.
La importancia de la ciberresiliencia
La creciente brecha entre organizaciones ciberresilientes y no ciberresilientes subraya la urgente necesidad de dar prioridad a la ciberresiliencia. Comprendiendo su importancia, aprovechando los conocimientos globales y aplicando medidas estratégicas, las organizaciones pueden salvaguardar sus activos, mantener la continuidad operativa y generar confianza en un mundo cada vez más digital.
Ya no se trata de si su organización estará en peligro, sino de cuándo lo estará. Ningún país u organización se librará de la ciberdelincuencia, por lo que es crucial que las partes interesadas de todo el mundo colaboren para ayudar a cerrar la brecha.
A medida que las ciberamenazas siguen evolucionando, también deben hacerlo nuestros planteamientos de resiliencia, garantizando que siempre estemos un paso por delante en el panorama de la ciberseguridad.
Ante la complejización y aumento de las ciberamenazas, La brecha entra las organizaciones resilientes y las que no lo son se está ampliando. Explorá en este documento cómo los líderes internacionales pueden ayudar a tender puentes entre las organizaciones.
Incidentes recientes destacan los importantes efectos de los ciberataques en la reputación, las finanzas, las operaciones y las partes interesadas. El Foro Económico Mundial incluye los ciberataques entre los principales riesgos mundiales, y la pandemia COVID-19 ha aumentado la exposición de las organizaciones a estos riesgos.
La ciberresiliencia va más allá de la ciberseguridad tradicional, que se centra principalmente en la prevención de ataques. En su lugar, abarca un enfoque holístico que incluye la capacidad de prepararse, responder y recuperarse de los incidentes cibernéticos. Una organización ciberresiliente no sólo es capaz de defenderse de los ataques, sino también de garantizar la continuidad y la rápida recuperación cuando se producen vulneraciones.
Esta estrategia comienza mucho antes de que se produzca un posible incidente y requiere una gestión informada del riesgo, tomando decisiones basadas en un conocimiento profundo de los riesgos. La gestión informada del riesgo implica recopilar y analizar toda la información pertinente, aprender de los incidentes y tomar decisiones bien fundadas que minimicen los posibles efectos negativos en la organización.
La importancia de la ciberresiliencia
La creciente brecha entre organizaciones ciberresilientes y no ciberresilientes subraya la urgente necesidad de dar prioridad a la ciberresiliencia. Comprendiendo su importancia, aprovechando los conocimientos globales y aplicando medidas estratégicas, las organizaciones pueden salvaguardar sus activos, mantener la continuidad operativa y generar confianza en un mundo cada vez más digital.
Ya no se trata de si su organización estará en peligro, sino de cuándo lo estará. Ningún país u organización se librará de la ciberdelincuencia, por lo que es crucial que las partes interesadas de todo el mundo colaboren para ayudar a cerrar la brecha.
A medida que las ciberamenazas siguen evolucionando, también deben hacerlo nuestros planteamientos de resiliencia, garantizando que siempre estemos un paso por delante en el panorama de la ciberseguridad.
Ante la complejización y aumento de las ciberamenazas, La brecha entra las organizaciones resilientes y las que no lo son se está ampliando. Explorá en este documento cómo los líderes internacionales pueden ayudar a tender puentes entre las organizaciones.