La comunicación es clave

La transparencia se ha convertido definitivamente en un valor. Por tal razón, la confiabilidad de la información contable/financiera adquiere mayor relevancia por sus usuarios y los auditores son un actor clave dentro de la comunidad de negocios, para tal fin.

La necesidad de contar con información confiable no está limitado sólo a empresas que hacen oferta pública de títulos valores (ya sea acciones o títulos) sino también empresas que tienen endeudamiento con el sistema financiero, actuales y potenciales inversores, proveedores estratégicos, organismos de recaudación, etc., sean estos tanto del mercado local o del exterior, lo cual amplían continuamente la necesidad de servicios de auditoría, en especial de las firmas internacionales de auditoría, que vienen creciendo continuamente. Por otra parte, no podemos limitarnos sólo a las empresas sino que entidades sin fines de lucro (ej.: ONGs, entidades deportivas, educación, salud) además del Estado, requieren más de nuestros servicios profesionales en un mundo integrado y cambiante. Las demandas de servicios de auditoría y aseguramiento comprenden no solo la información financiera histórica o contable, la más difundida y tradicional, sino también información financiera prospectiva, sobre controles, y más recientemente lo relacionado con ESG (Enviromental, Social y Governance).  

En cuanto a la prestación de los servicios de auditoría, nuestros clientes requieren no sólo un servicio de alta calidad, en nuestro caso con estándares internacionales, que en definitivamente redundan en la confiabilidad de la información emitida para uso de terceros, sino también que nuestra propuesta profesional agregue valor y cumpla con los plazos acordados. Para ello, y más allá del desafío de la escasez del talento, poder contar con un equipo profesional sólido y experimentando es fundamental sumado a una metodología de trabajo internacional probada que garantice la calidad del servicio como así también la agilidad en la respuesta requerida. En resumen, consideramos que nuestros clientes demandan un servicio de calidad sumado a la cercanía para brindar respuestas profesionales concretas y agiles. 

Para llevar adelante cualquier trabajo de auditoría se requieren básicamente dos partes, el que prepara la información y quien la revisa. Por lo tanto, es imperioso contar con la colaboración de nuestros clientes para concluir exitosamente una auditoría.  Para ello, la comunicación resulta clave, de modo que permita una fluida interacción entre cliente y auditor, basado en las relaciones interpersonales como así también del uso de la tecnología informática adecuada. En nuestro caso, la introducción hace unos años del BDO Global Portal, plataforma informática segura que nos ayuda en la comunicación y colaboración para la obtención y seguimiento de la información y documentación necesaria durante el proceso de auditoría. Esta herramienta colaborativa ayuda al seguimiento y cumplimiento de los cronogramas de trabajo a fin de cumplir con los plazos acordados con los clientes. Más allá del avance y extensión de la tecnología en la auditoría, potenciada en la pandemia, no podemos olvidarnos de la importancia de las reuniones presenciales que permiten resolver eficientemente cuestiones complejas o destrabar situaciones problemáticas de cualquier trabajo. 

Otra cuestión que es importante en el proceso de la auditoría, y por ende también valorada por el cliente, es la planificación de la auditoría que tiene por objetivo la identificación, evaluación y sus respuestas a los riesgos de la auditoría. Es decir, donde el auditor tiene que poner más foco para evitar que los estados financieros contengan errores significativos. Esta etapa requiere de la activa participación de los miembros claves del equipo de auditoría (socios y gerentes), existiendo una fuerte interacción y colaboración con los clientes, con el propósito de “anticipar” los problemas que pueden emerger durante la auditoría. En un contexto de incertidumbre, cambios permanentes y que en el caso argentino se agrega de permanente coyuntura macroeconómica, resulta crítico identificar los riesgos y clasificar para darles una adecuada y temprana respuesta. A fin de ilustrar esta situación, pensemos los impactos que pueden tener las recientes medidas anunciadas en materia económica por el nuevo gobierno (DNU 70/23 del 20/12/2023) en los estados contables que finalizaron el 31 de diciembre pasado, lo cual nos desafía a todos los contadores, incluyendo aquellos que ejercemos la auditoría. 

En cuanto a las tendencias de la auditoría, no debiendo hablar de futuro ya que están presentes en muchos casos, podemos destacar todo lo relacionado con la “transformación digital”. En el caso de la auditoría, concretamente big data y analytics, es decir, el manejo y uso de importantes y complejos volúmenes de datos para comprobar la confiabilidad de la información y analizar tendencias. En este sentido, las firmas internacionales de auditoría han desarrollado herramientas informáticas de “data analytics” (en nuestro caso, BDO Harmony) para manejar y analizar la totalidad de las transacciones reemplazando el uso del muestreo en aquellos entornos informáticos considerados confiables y seguros. Esto sumado a otras plataformas de automatización inteligente, que por ejemplo permiten efectuar en forma rápida y segura procedimientos de auditoría rutinarios y repetitivos relacionados con la extracción, comparación y validación de datos, incluso de documentos, sustituyendo tareas que habitualmente efectuaban personas. 

Un creciente campo de actuación profesional de la auditoría está relacionado con la trabajos de auditoría y aseguramiento sobre información distinta a la información financiera; ya sea en materia de controles, sistemas, y ahora más recientemente en lo relacionado a ESG – Enviromental Social and Governance. Esto último se refiere a los factores que convierten a una empresa en sostenible mediante su compromiso ambiental, social y de buen gobierno corporativo, que están teniendo mucha difusión y demanda en los países centrales, en especial en Europa, pero más recientemente en Brasil (implementación de la NIIF-S 1 y 2 a partir del 2024, siendo obligatorias a partir del 2026) mientras que en Argentina ya comenzó a ser utilizada voluntariamente por grandes empresas. Vale señalar que la identificación, gestión y medición de los criterios ESG dentro de una empresa redundan en la sostenibilidad del negocio, contribuyendo a la reputación empresarial como la captación de nuevas inversiones. 

Artículo publicado en la Revista Mercado - Edición 1257