Gamificación: aprendiendo Compliance de forma divertida y efectiva
Gamificación: aprendiendo Compliance de forma divertida y efectiva
El mundo actual nos sorprende día a día por muchas cosas que no sucedían hasta hace poco tiempo. La información abunda y se multiplica a ritmo apabullante. En tanto, la atención es un bien escaso; las personas reciben “micro informaciones” de distintos medios digitales que se hallan en su mano. En este entorno es que las organizaciones buscan constantemente formas innovadoras y disruptivas para capacitar a sus empleados. En el ámbito del Compliance, esto no debería ser diferente. Sin embargo, la cultura de la mayor parte de las organizaciones reserva los momentos de diversión, de placer y de celebración para otras temáticas ¿por qué no aplicarlas donde más se necesitan?
Las tradicionales políticas y códigos de ética y conducta, a menudo extensos y tediosos, no logran captar el interés de los colaboradores, lo que limita su efectividad de manera muy significativa. Los comportamientos inadecuados, irregularidades y fraudes no cesan. Es aquí donde la gamificación “entra en juego” como una herramienta poderosa para el aprendizaje. ¿Qué es la gamificación en las organizaciones y cómo funciona? ¿A qué llamamos inteligencia lúdica?
La gamificación consiste en aplicar elementos de los juegos a contextos no lúdicos en la vida organizacional; estos elementos pueden ser otorgamiento de puntaje y participación en tablas de posiciones con esos puntos, otorgamiento de tokens canjeables por premios, recibir insignias o trofeos, participar de desafíos, entre otras técnicas.
Sin embargo, cuando hablamos de “inteligencia lúdica” consideramos otros atributos que hacen al trabajo más profundo y creativo sobre la experiencia de las audiencias a capacitar o sensibilizar. Aquí podemos recurrir al pensamiento “out of the box” porque aquí sí “el fin justifica los medios”. La inteligencia lúdica tiene el poder de transformar comportamientos y no es casualidad que las organizaciones estén invirtiendo tanto en este tipo de dinámicas.
En el caso específico de Compliance, esto se traduce en transformar el aprendizaje de pautas de comportamiento, normativa interna, políticas, procedimientos, protocolos e instrucciones operativas en una experiencia divertida, atractiva, movilizadora, significativa y memorable.
¿Por qué funciona la inteligencia lúdica para Ética y Compliance?
El cerebro humano está diseñado para aprender a través del juego. Solo basta recordar nuestra niñez para corroborar estos métodos naturales de aprendizaje corroborados por científicos a lo largo de toda la historia.
Cuando nos divertimos, se liberan dopamina y otras sustancias químicas que mejoran la motivación, la concentración y la memoria. Esto hace que la información aprendida a través de la gamificación sea más memorable y aplicables en la vida real.
Quienes aplicamos estas técnicas en áreas de Compliance, ya sea esto en eventos presenciales, virtuales, sincrónicos o asincrónicos, distinguimos estos beneficios respecto de las técnicas tradicionales de formación:
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Mayor “engagement” y participación ya que los colaboradores se sienten más motivados a participar en las actividades de capacitación cuando estas son divertidas y desafiantes.
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Mejor comprensión y retención de información en la mente de quienes participan, ya que estas técnicas permiten presentar conceptos complejos de forma más accesible y atractiva, a la vez que se facilita su comprensión y retención mediante la aplicación de conceptos muchas veces abstractos y/o complejos.
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Aprendizaje más personalizado puesto que los juegos pueden adaptarse a las necesidades y estilos de aprendizaje de las diferentes audiencias (Ej. directores, gerencia media, colaboradores de oficina, trabajadores en planta de producción, etc.). De esta forma se optimiza la experiencia de aprendizaje.
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Cultura de Compliance positiva y proactiva dentro de la organización.
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Reducción de riesgos: Una fuerza laboral bien capacitada en Compliance es menos propensa a cometer errores que puedan dañar a la empresa.
Ejemplos de gamificación para el Compliance:
Veamos algunos elementos, herramientas, situaciones y dinámicas que utilizamos de manera combinada con mucho éxito en diferentes organizaciones:
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Juegos de trivia: Los participantes pueden competir entre sí para responder preguntas sobre normas y procedimientos de Compliance.
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Simulaciones: Los participantes pueden enfrentar escenarios hipotéticos relacionados con dilemas éticos y otras situaciones relacionadas con integridad, y tomar decisiones sobre cómo proceder. Aunque las decisiones no sean las más adecuadas y oportunas, siempre existirá el aprendizaje significativo mostrando las consecuencias del camino elegido.
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Misiones y desafíos: Los colaboradores pueden recibir misiones y desafíos relacionados con Compliance, como completar cursos, ver videos, resolver desafíos, desarrollar una consigna en equipo (Ej. identificar riesgos), entre otras.
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Tablas de clasificación y recompensas: Los empleados pueden ser recompensados por su progreso en las actividades de gamificación, como puntos, insignias, premios reales, o tokens canjeables por premios.
Afirmaremos entonces que la gamificación es una poderosa y probada herramienta que puede transformar el aprendizaje de Compliance en una experiencia divertida, efectiva y atractiva. Al aprovechar los mecanismos naturales del cerebro para aprender, la gamificación puede ayudar a las empresas a crear una cultura de Compliance sólida y reducir el riesgo de violaciones.
No paramos de ver cuan complejo y hasta angustiante resulta la implementación de un código y un set de políticas en una organización. Pues sepan que, cuanto más árida sea la disciplina a abordar en una instancia formativa (y qué buen ejemplo ética y compliance), más interesante se vuelve el tema. Sucede que, lejos de ser una situación angustiante, se vuelve desafiante y, quienes hacemos “inteligencia lúdica” disfrutamos de los desafíos y hacemos que otros los disfruten.