Tendencias en el proceso de capacitación: la formación avanza al ritmo de la tecnología

El contexto actual, sesgado por las transformaciones intempestivas sociales y culturales que hemos atravesado en el último tiempo, han puesto de manifiesto la importancia que las capacitaciones tienen a la hora de humanizar el trabajo, como componente clave para establecer un ambiente positivo, productivo y satisfactorio.

Las razones por las que las organizaciones impulsan procesos de capacitación son muy variadas: nuevos procedimientos, nuevos proyectos, nuevos clientes, nuevos productos, nuevos colaboradores.

La transformación digital y las nuevas formas de relacionarnos han influenciado en estos procesos de capacitación, ampliando no solo los conceptos a capacitar sino la forma de hacerlo.  En un mundo cada vez más digital, ya no puede adherirse exclusivamente a los programas tradicionales de capacitación atados a un lugar físico y cuya eficacia depende de las habilidades y personalidades de los instructores.    

Es por ello, que la tendencia en las formas de gestionar el conocimiento en las organizaciones considera ciertas variables a la hora de evaluar qué tipo de capacitación es apropiada para cada caso en particular:

  • Objetivos: ¿Qué resultados se esperan alcanzar?
  • Audiencia: ¿A Quiénes está destinado el proceso de capacitación? Características de la audiencia
  • Recursos: ¿Qué espacio físico y medios virtuales se encuentran disponibles para la capacitación? ¿Se cuenta con un equipo técnico cómo soporte? ¿Con qué disponibilidad de tiempo se cuenta? ¿Qué presupuesto hay asignado?
  • Resultados esperados: ¿Cómo se medirán los resultados del proceso de capacitación?

Ahora bien, conozcamos algunas de las diversas formas de capacitación que marcan tendencia en el mercado:

  • Capacitación presencial: Es el modo de capacitación más tradicional. Los interesados se reúnen con un facilitador para la explicación del tema y el debate personal. En los encuentros presenciales los ejercicios prácticos y experienciales, son extraídos de situaciones reales a los participantes, propiciando la cercanía en la experiencia. 
  • Capacitación e-learning: Este tipo de formación requiere de esfuerzo por parte del colaborador, promoviendo el razonamiento, la responsabilidad y la toma de decisiones. La mayoría de los cursos e-Learning tienen una duración limitada y considerable con el objetivo de adaptarse a cada realidad. Asimismo, favorecen el acceso a la información y el contenido de los módulos dada la característica de deslocación de los colaboradores.
  • Capacitación e-blended: También conocida como estilo de capacitación hibrida, promociona la combinación de componentes de plataformas virtuales con componentes de metodologías tradicionales de enseñanza-aprendizaje presencial y de formatos instruccionales de aprendizaje a distancia o e-learning. De esta manera se fomenta la disponibilidad de recursos y soporte para que el colaborador pueda organizar sus tiempos.

Ventajas y desventajas podemos encontrar muchas de acuerdo con las particularidades de los procesos de capacitación que planifiquemos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el proceso de aprendizaje en el mundo virtual requiere métodos distintos que acompañen a las transformaciones que vivimos. ¿Cuáles son estas diferencias?

  • El rol del instructor, quien deja de ser quien solo transmite la información a quien guía y aconseja a los participantes promoviendo los foros de debate y la actitud autodidacta de los colaboradores.
  • El rol del participante, quien tiene la posibilidad de convertirse en un personaje autónomo y activo, tomando el curso a su propio ritmo y aportando conocimiento adquirido en investigaciones complementarias, a través de su participación en las actividades interactivas.
  • Tiempo y espacio, de un horario y lugar establecido hacia la educación virtual asíncrona que ofrece la ventaja de ajustarse a los tiempos de los participantes. La tecnología permite que la información esté accesible siempre.
  • Material, que ya no se limita a la comunicación verbal, no verbal y escrita de la presencialidad, sino que fomenta y fortalece el desarrollo de las herramientas tecnológicas y comunicacionales, como apoyo al proceso de aprendizaje, la disponibilidad de recursos multimediales, correo electrónico, mensajería, foros de debate.
  • Métodos de enseñanza, que se transforman extendiendo las posibilidades metodológicas y las herramientas utilizadas por los facilitadores.

La capacitación fortalece el valor que tiene el colaborador con la organización. Las diversas formas de llevar a cabo los procesos de capacitación fomentan la accesibilidad de los colaboradores a adquirir nuevos conocimientos y la mejora continua. Para mantener los conocimientos al día también es necesario tener en cuenta la disponibilidad del tiempo, de allí que cobre mayor importancia disponer de herramientas que permitan a los colaboradores vincular su formación profesional con sus tiempos personales.